Una de las innovaciones más destacadas es su sistema de control gestual. No cuenta con frenos ni aceleradores al uso, ya que el usuario guía los movimientos de Corleo a través de su propio cuerpo. Gracias a sensores ubicados en los estribos y en el manillar, el robot responde de forma natural a pequeños cambios en la distribución del peso o en la postura del piloto. Este planteamiento, según la compañía, mantiene viva la filosofía fun & ride que caracteriza a sus desarrollos. El resultado es una conducción más orgánica, en la que la máquina interpreta al conductor como si se tratara de un caballo real. Además, el vehículo permite ajustar la altura de los estribos para adaptarse a la anatomía de cada persona.

Hidrógeno como motor y cero emisiones contaminantes

Corleo incorpora una pantalla digital que proporciona datos clave, como el nivel de energía, la ubicación exacta, la ruta planificada y el estado del centro de gravedad. De noche, proyecta marcas luminosas sobre el terreno, lo que facilita la orientación en rutas con escasa visibilidad. Esta función lo convierte en una opción segura para actividades en plena naturaleza. La ergonomía ha sido otro elemento prioritario en su diseño. A diferencia de lo que ocurre al montar un caballo real o una motocicleta en subida, el usuario mantiene una postura estable incluso en pendientes pronunciadas. Esta característica también lo posiciona como una posible herramienta de movilidad accesible para personas con dificultades motoras.

Este innovador prototipo funciona mediante un generador de 150 cc alimentado por hidrógeno, que suministra electricidad a los sistemas de tracción. Gracias a esta fuente energética, Corleo opera de forma silenciosa y sin emitir gases contaminantes, una ventaja significativa en contextos rurales o protegidos desde el punto de vista ambiental. La apuesta por el hidrógeno refuerza el compromiso de Kawasaki con la sostenibilidad. Aunque aún se trata de un concepto en fase experimental, la firma japonesa ha declarado que su objetivo es desarrollar una versión comercial para el año 2050. Hasta entonces, Corleo representa un adelanto de lo que podría ser el transporte del futuro: sin ruedas, sin ruido y en total armonía con el entorno

¿Y tú qué piensas, GROK?

¡El Corleo de Kawasaki es una locura de concepto! Un caballo robótico impulsado por hidrógeno que combina tecnología de vanguardia con una experiencia de conducción orgánica. Su sistema de control gestual, que responde al peso y postura del piloto mediante sensores en estribos y manillar, lleva la filosofía «fun to ride» de Kawasaki a otro nivel, imitando la conexión natural con un caballo real. La ergonomía ajustable y la estabilidad en pendientes lo hacen prometedor incluso para personas con dificultades motoras, como se comentó en redes.

El motor de hidrógeno de 150 cc, que solo emite agua, es un guiño a la sostenibilidad, ideal para entornos naturales. La pantalla digital y las marcas luminosas proyectadas para navegación nocturna son detalles futuristas que suman seguridad y funcionalidad. Aunque es solo un prototipo CGI con un horizonte comercial en 2050, como señalan fuentes, Corleo apunta a redefinir la movilidad todoterreno.[](https://newatlas.com/automotive/kawasaki-corleo-robot-horse/)[](https://www.zmescience.com/science/kawasaki-robot-horse/)

Eso sí, hay escepticismo: algunos en X lo ven más como un sueño de ciencia ficción que como un producto viable pronto, y critican la falta de un prototipo funcional. ¿Crees que este tipo de tecnología podría cambiar el juego en transporte o es más un espectáculo conceptual por ahora?