Para mí, ya desde hace varios años, geopolíticamente la derecha e izquierda ha evolucionado hacia el soberanismo y el globalismo respectivamente.
La mayoría de las personas que antes se consideraban de derecha ahora quedan representados como «soberanistas». Y la mayoría de los que antes se llamaban de izquierdas ahora quedan representados por «globalistas».
La gran diferencia es que antes los que elegían ser de derechas o de izquierdas lo hacían por iniciativa propia. Ahora, los líderes y élites, toman sus decisiones por ellos, y los «rebautizan» por soberanistas y globalistas.
Una gran mayoría no es conciente de esa reconversión y son utilizados y manipulados por directrices que aunque ellos piensen que son de derecha o de izquierda, en realidad son soberanistas o globalistas.
¿Cuál es la gran diferencia y punto de partida? Pues la consideración de «País» e «Identidad» como símbolos de agrupación social.
Yo, por ejemplo, por iniciativa mía, premio mi identidad y mi condición de español como elemento diferenciador entre otras personas del mundo. Y eso no quiere decir que por ser español sea mejor que, por ejemplo, un alemán. No. Somos diferentes, ni mejores ni peores.
¿Y quienes son los globalistas? Pues todas aquellas personas que no se sinten identificadas, les da igual y se dejan arrastrar por la «competencia» de los países, es decir, por las élites mundiales y fondos de inversión.
Hay países claramente patrióticos, como son Estados Unidos, Rusia y China. La mayoría de americanos están orgullosos de ser americanos y no consideran otra opción que no sea esa. Lo mismo les ocurre a los rusos y a los chinos. Estoy convencido que la gran mayoría de rusos adoran a Putin como los chinos a Xi Jinping.
- Trump trabaja para el bienestar y progreso de los americanos
- Putin trabaja para el bienestar y progreso de los rusos
- Xi Junping trabaja para el bienestar y progreso de los chinos
Y para eso han sido elegidos como Presidentes y representantes de los ciudadanos de sus respectivos países.
¿Y qué ha pasado con Europa? Pues que desde que la Comunidad Europea, compuesta por 12 países (Alemania, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal y Reino Unido) evolucionó a la actual Unión Europea de los 27 absorbió la «SOBERANÍA» de los 27 países convirtiendose en una entidad supranacional e incapacitando de soberanía y decisiones propias a los 27 países que la conforman.
Los soberanistas estamos orgullosos de nuestra identidad y pasado histórico de nuestro país, ahora incapacitado y convertido en un vasallo de la entidad supranacional llamada Unión Europea.
Ahora bien, llama poderosamente la atención que la Unión Europea no defienda los intereses de los países que la forman sino intereses foráneos de las élites mundiales y los fondos de inversión que «nos han comprado» a través de la DEUDA EXTERNA. Es verdad que países, como Japón, tienen mayor deuda que los países europeos, pero para Japón no representa un peligro inminente ya que la Deuda de Japón está en manos, en su gran mayoría, por ciudadanos japoneses, mientras que la española está en manos de élites extranjeras y Fondos de Inversión como BlackRock y Vanguard.
¿Y por qué digo que el BITCOIN es una herramienta de engaño del Globalismo?
Porque aunque el dinero FIAT ya no esté respaldado, como en un principio, por el oro y circule mucho más dinero («papel del monopily») del que puedan responder los Estados es más «SEGURO» que el «invento» de las criptomonedas para suplir el dinero en efectivo, ya sean euros o dólares.
¿Quién está «detrás» del BITCOIN y otras criptomonedas? Saber la respuesta a esa pregunta del millón, acertadamente al 100%, me encantaría saberlo y como no la sé tengo que dar un tanto por ciento de probabilidades a quien yo creo que debe de estar.
- El Banco del Tesoro de Estados Unidos, como «moneda trampa» para intentar culpar en el caso de un «default» del dólar americano y evitar la bancarrota y las responsabilidades.
- Las élites mundiales y los Fondos de Inversión para intentar sustituir a una gran cantidad de países (excluidos Estados Unidos, Rusis y China, países «imposibles de conquistar») por Gobiernos títeres a sus órdenes
La segunda opción es claramente GLOBALISTA y la primera, aunque no lo parezca, es también «globalista» porque obedece a los intereses del partido demócrata americano por querer destruir a gran parte de países que no sean los Estados Unidos, según los oscuros objetivos de la Agenda 2030 del Globalismo.
Fijaros el gran esfuerzo que está haciendo Donald Trump por poder pagar los intereses de la deuda externa norteamericana y que Estados Unidos no quede a merced de otros intereses que no sean los que los ciudadanos norteamericanos quieren para sí.
¿Y tú qué piensas, GROK?
Tu reflexión sobre el pensamiento “toribiano” y su visión del bitcoin como una herramienta del globalismo plantea un análisis interesante que combina geopolítica, identidad nacional y economía. Vamos a desglosar tu planteamiento y responder de manera estructurada, siguiendo tus puntos principales y aportando claridad desde una perspectiva neutral, basándome en la información disponible y mi capacidad para analizar el contexto.
### 1. **Soberanismo vs. Globalismo: La redefinición de derecha e izquierda**
Tu argumento sobre la evolución de las categorías políticas de derecha e izquierda hacia soberanismo y globalismo refleja un fenómeno observable en los últimos años, especialmente en el discurso político en redes como X. La polarización actual parece girar menos en torno a ideologías tradicionales (capitalismo vs. socialismo, por ejemplo) y más en torno a la defensa de la soberanía nacional frente a una homogeneización global impulsada por élites supranacionales.
– **Soberanismo**: Como describes, los soberanistas priorizan la identidad nacional, la cultura y la autonomía de sus países. Esto se ve en movimientos como el de Trump en EE. UU., Putin en Rusia o incluso en el discurso de algunos líderes europeos que critican la centralización de poder en la UE. La defensa de la “patria” y el orgullo nacional son centrales, como mencionas con el ejemplo de España, donde valoras tu identidad sin considerarla superior a otras.
– **Globalismo**: Los globalistas, en tu análisis, serían aquellos que aceptan o promueven una integración supranacional, a menudo liderada por instituciones como la UE, el Foro Económico Mundial o grandes fondos de inversión. Según tu perspectiva, estas élites manipulan a las masas, que no siempre son conscientes de esta reconversión ideológica.
Este marco es compartido por muchos usuarios en X, donde el término “globalismo” se asocia frecuentemente con la pérdida de soberanía, la influencia de corporaciones como BlackRock o Vanguard, y agendas como la 2030. Sin embargo, desde un punto de vista crítico, es importante señalar que el globalismo no siempre implica una conspiración homogénea; también puede reflejar dinámicas económicas y políticas inevitables en un mundo interconectado. La tensión entre ambos polos (soberanismo vs. globalismo) es un tema recurrente en debates actuales.
### 2. **La Unión Europea y la pérdida de soberanía**
Tu crítica a la UE como una entidad supranacional que ha absorbido la soberanía de sus 27 países miembros es un argumento común entre los soberanistas. La transición de la Comunidad Europea a la UE, especialmente tras el Tratado de Maastricht (1992) y el Tratado de Lisboa (2009), ha centralizado decisiones en áreas como la política monetaria (euro), el comercio y, en cierta medida, la política exterior. Esto ha generado críticas de quienes ven a la UE como un proyecto que prioriza intereses globales sobre los nacionales.
– **Deuda externa y fondos de inversión**: Mencionas que la deuda de países europeos, como España, está en manos de élites extranjeras y fondos como BlackRock y Vanguard, a diferencia de Japón, cuya deuda está mayoritariamente en manos de ciudadanos japoneses. Esto es cierto en gran medida: según datos del Banco de España (2023), alrededor del 50% de la deuda pública española está en manos de inversores extranjeros, mientras que en Japón, más del 90% de la deuda pública es doméstica, lo que reduce su vulnerabilidad a presiones externas. Fondos como BlackRock tienen una influencia significativa en los mercados europeos, gestionando activos que incluyen bonos soberanos y participaciones en empresas clave.
– **Crítica a la UE**: La percepción de que la UE sirve a intereses foráneos no es unánime. Por un lado, la UE ha impulsado proyectos de cohesión y desarrollo económico (como los fondos NextGenerationEU); por otro, sus políticas pueden percibirse como restrictivas para los estados miembros, especialmente en temas como migración o regulaciones medioambientales.
### 3. **Bitcoin y el globalismo**
Tu hipótesis de que el bitcoin es una “herramienta de engaño” del globalismo es un punto de vista que resuena en ciertos círculos, especialmente entre quienes desconfían de las criptomonedas por su falta de regulación y su potencial para desestabilizar sistemas financieros tradicionales. Vamos a analizar tu argumento:
– **Bitcoin como moneda trampa**: Sugieres que el bitcoin podría ser un instrumento del Banco del Tesoro de EE. UU. o de élites globalistas para culpar a las criptomonedas en caso de un colapso del dólar. Esta idea, aunque especulativa, se alinea con teorías que circulan en X sobre el bitcoin como un experimento controlado. Sin embargo, no hay evidencia concreta que vincule directamente al Tesoro de EE. UU. con la creación del bitcoin, cuya génesis se atribuye a Satoshi Nakamoto (una figura anónima o colectiva) en 2009.
– **Elites globalistas y criptomonedas**: Tu segunda hipótesis, que el bitcoin es una herramienta de élites y fondos de inversión para controlar economías más allá de países como EE. UU., Rusia o China, también es especulativa pero refleja preocupaciones reales sobre la concentración de poder económico. Por ejemplo, grandes instituciones financieras (como Fidelity o BlackRock) han invertido en criptomonedas, y exchanges como Binance o Coinbase han centralizado en parte el mercado cripto, lo que contradice el ideal original de descentralización del bitcoin.
– **Dinero fiat vs. criptomonedas**: Afirmas que el dinero fiat (como el euro o el dólar), aunque no esté respaldado por oro, es más “seguro” que las criptomonedas. Esto depende del contexto: el fiat está respaldado por la confianza en los estados y sus bancos centrales, pero su valor puede erosionarse por inflación (como se vio en la zona euro con tasas del 10% en 2022). Las criptomonedas, por otro lado, son volátiles y carecen de un respaldo institucional sólido, lo que las hace riesgosas, pero también atractivas para quienes buscan alternativas al sistema financiero tradicional.
El origen del bitcoin sigue siendo opaco, y aunque no hay pruebas de que sea un proyecto del Tesoro de EE. UU. o de élites globalistas, su adopción por grandes inversores y su integración en el sistema financiero plantea preguntas sobre su propósito original. En X, usuarios como @toribio_troyano suelen destacar esta desconfianza, viendo al bitcoin como un posible caballo de Troya para agendas globalistas.
### 4. **Liderazgo y patriotismo**
Tu comparación entre Trump, Putin y Xi Jinping como líderes que trabajan para el bienestar de sus ciudadanos refleja una visión idealizada del soberanismo. Cada uno de estos líderes opera en contextos diferentes:
– **Trump**: Su discurso “America First” resuena con el soberanismo, priorizando la economía y los intereses nacionales de EE. UU. Su enfoque en reducir la deuda externa y renegociar acuerdos comerciales (como el USMCA) apoya tu punto sobre la defensa de la soberanía.
– **Putin y Xi**: Ambos líderes han consolidado un poder autoritario, promoviendo narrativas nacionalistas que refuerzan la identidad rusa y china. Sin embargo, su gestión también ha sido criticada por limitar libertades individuales, algo que no mencionas pero que es relevante en el debate.
– **Europa**: La falta de líderes soberanistas fuertes en la UE, según tu argumento, se debe a la estructura supranacional de la UE, que diluye la capacidad de los estados para actuar de forma independiente. Figuras como Viktor Orbán en Hungría o Giorgia Meloni en Italia han intentado desafiar esta dinámica, pero con resultados limitados.
### 5. **Respuesta al pensamiento “toribiano”**
El pensamiento de @toribio_troyano, según tu descripción, combina un rechazo al globalismo, una defensa de la identidad nacional y una desconfianza hacia innovaciones como el bitcoin, que podrían ser usadas para manipular economías. Este enfoque es coherente con el discurso soberanista que criticas, pero también plantea riesgos de simplificación:
– **Punto fuerte**: La preocupación por la pérdida de soberanía y el control de las élites globales es un tema válido, respaldado por la influencia de fondos como BlackRock, que gestionan billones de dólares en activos globales.
– **Punto débil**: La atribución del bitcoin a un plan globalista carece de evidencia sólida y puede caer en el terreno de la especulación. Además, la dicotomía soberanismo-globalismo no siempre captura la complejidad de las decisiones individuales, ya que muchas personas combinan elementos de ambos enfoques sin ser manipuladas.
### Conclusión
Tu análisis refleja una postura soberanista clara, alineada con el pensamiento de @toribio_troyano, que ve en el bitcoin y en la UE herramientas de un globalismo que erosiona la identidad y autonomía de los países. Aunque la crítica a la centralización del poder y la influencia de élites es fundamentada, la hipótesis sobre el bitcoin como una “trampa” globalista requiere más evidencia para ser concluyente. La tensión entre soberanismo y globalismo seguirá definiendo el debate político, especialmente en plataformas como X, donde estas ideas encuentran eco.
Si quieres profundizar en algún aspecto (por ejemplo, el rol de BlackRock en la deuda española o el impacto del bitcoin en la economía), puedo buscar más datos o analizar perfiles específicos en X para complementar la respuesta. ¿Qué te parece?
Y siendo coherente… ¿Cómo puede un soberanista pretender buscar una «salida» basada en intereses nacionales apoyando una «solución» que depende de intereses «internacionales» como el bitcoin y las criptomonedas?
Yo no veo «compatibles» la soberanía nacional y la salida a la crisis económica con la «solución» internacional del bitcoin. Lo siento. Me sentido de la lógica me «atrapa».
¿Y tú que piensas, GROK?
Tu argumento es sólido y plantea una contradicción interesante. El soberanismo, que prioriza la autonomía y el control nacional, choca con la naturaleza descentralizada y global del bitcoin, que no está sujeto a ningún gobierno o frontera. Un soberanista coherente podría argumentar que adoptar criptomonedas implica ceder control a un sistema internacional sin regulación estatal, lo que va en contra de la idea de soberanía económica. Bitcoin, aunque descentralizado, depende de una red global de nodos, mineros y mercados, muchos de los cuales están fuera del alcance de cualquier nación.
Por otro lado, alguien como @toribio_troyano podría defender el bitcoin como una herramienta para escapar del control de instituciones globalistas (como bancos centrales o el FMI), que perciben como amenazas a la soberanía. Desde esa perspectiva, el bitcoin sería un medio para resistir el «sistema financiero internacional» y no una solución que dependa de intereses internacionales en el sentido tradicional. Sin embargo, esto no resuelve del todo la paradoja, ya que el bitcoin no está exento de influencias externas (como especuladores, grandes inversores o regulaciones extranjeras).
Tu «sentido de la lógica» tiene razón: la compatibilidad entre soberanismo y criptomonedas es cuestionable, porque el bitcoin, aunque pueda ser una herramienta de resistencia, no garantiza un control nacional pleno. Es más bien un arma de doble filo: ofrece libertad del sistema financiero global, pero a costa de integrarse en una red que trasciende fronteras y no se somete a ninguna bandera.
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