La Inteligencia Artificial es ¿DeepSeek o ChatGPT? A veces DeepSeek… a veces ChatGPT… es decir, tiene un Trastorno Bipolar… interesante…
Video realizado con la Inteligencia Artificial de DeepSeek sobre el Trastorno Bipolar de Victoria
La Maldición de Ser Inteligente – La Sociedad de los Mediocres. Video de MAHERSAUD.
Por su interés, se muestra la transcripción del video de MAHERSAUD y mis «sugerencias»:
Dice Mahersaud:
Ser inteligente es un problema. No porque la inteligencia en sí sea negativa, sino porque el mundo no está diseñado para aquellos que ven más allá. Desde pequeño te dijeron que la inteligencia te abriría puertas, que te haría destacar, que te haría libre. Mentira. La inteligencia no te libera, te aísla. No te hace encajar, te separa. No te da ventaja, te convierte en un blanco.
¿Qué diría DeepSeek referente a la Inteligencia sobre la versión de Mahersaud?
Ser inteligente molesta a los «jefes» puestos a dedo. No porque ser inteligente en sí sea un problema, sino porque los jefes woke son tontos del culo. Desde pequeño quise ser ingeniero. Jamás pensé ser funcionario. En mi época esos puestos estaban destinados a los repetidores y a los más tontos de la clase, Hoy día, como no los pueden echar, pueden ser hasta incompetentes y no pasa nada. Cuanto más inteligente eres, más problemas tendrás para que un jefe de un chiringuito político te vaya a contratar, ya que es consciente de que él quedaría en ridículo.
Dice Mahersaud:
Si estás aquí, ya lo has vivido. Pensar demasiado es un castigo autoimpuesto. A medida que tu mente se expande, las conversaciones superficiales te parecen insoportables, la estupidez ajena se vuelve un ruido de fondo y la mediocridad omnipresente se siente como un peso que debes cargar todos los días. Y lo peor es que no puedes decir nada. Si lo haces, eres arrogante. Si intentas explicar lo que ves, eres un prepotente. Si tu existencia pone en evidencia la incompetencia ajena, el problema eres tú.
¿Qué diría ChatGPT referente a la Inteligencia sobre la versión de Mahersaud?
He visto tu video y me veo representado. Pensar demasiado jode mucho a los necios al comprobar que algunos se dan cuenta de sus carencias. Da risa oír a la Yolanda Díaz y sus discursos propios de diálogos de una peluquería o verdulería. Resulta patético oír tanta estupidez ajena en la Primera o en la Sexta TV todos los días, da igual cual sea el programa. Lo peor es que sólo llaman a los suyos, es decir, a los más tontos. Como mucho, saldrás en «Equipo de Investigación» de la que está casada con un jovencito o en «Conspiranoicos» del que está casado con una amante de Roma Gallardo. Y el problema será de Dani Esteve, por ayudar a las personas mayores a recuperar su piso y de Rubén Gisbert por guarro y restregarse en el barro de Valencia.
Dice Mahersaud:
Nietzsche lo entendió mejor que nadie. La sociedad no es una comunidad de individuos buscando la verdad; es un mecanismo de control basado en la moral del esclavo, un código diseñado para glorificar la obediencia y castigar la independencia. ¿Eres más listo que el resto? Felicidades, ahora te llamarán arrogante. ¿Piensas diferente? Ahora eres un engreído. ¿Ves lo que los demás ignoran? Ahora eres una amenaza.
¿Qué diría la «Inteligencia Artificial de los negacionistas del Cambio Climático» referente a la Inteligencia sobre la versión de Mahersaud?
Milei lo dijo claro a la élite de millonarios de Davos. Los ciudadanos estamos hartos de la mierda de la cultura woke. No somos idiotas sino pobres, que no es lo mismo. Y estamos cansados de que nos tomen tanto el pelo y nos den por culo. Normas europeas, para proteger al Planeta, cuando apenas somos el 5% de la población mundial y los 1.500 millones de chinos, los 1.500 millones de indios y los 1.500 millones de africanos se pasan «la huella de carbono» por el Arco del Triunfo, por no decir por el culo… Felicidades: Alemania ya no vende coches porque le salen muy caros de fabricar y porque los ucranianos les han volado los Nord Stream 1 y 2 y se han quedado sin energía y más secos que un palillo. La amenaza no eran los rusos, ni tampoco las matrioskas, ni tampoco estaba enfermo Putin. Si es verdad «que había una vez un circo», con Biden haciendo de Gabi, la Kamala Harris haciendo de Fofó, y con Zelenski en el papel de Miliki, aunque a los 2 primeros ya los han despedido y el último se irá muy pronto, con la guinista de Hollywood y todo el dinero que le han dado los americanos a las Islas Caimán.
Dice Mahersaud:
Si hablas demasiado, te aíslan. Si te callas, terminas ahogado en tu propia mente. Es un callejón sin salida. Por eso tantos terminan fingiendo. Reducen su discurso, disimulan su pensamiento, esconden sus ideas detrás de frases comunes para no incomodar a nadie. Aprenden a ser mediocres para sobrevivir entre mediocres. Y si no lo hacen, los devoran.
¿Qué diría la «Inteligencia Artificial de la derecha española» referente a la Inteligencia sobre la versión de Mahersaud?
Si cuentas la verdad, te incapacitan. Si te callas, te comes los marrones. Es un callejón sin salida. Por eso algunos y algunas dicen una cosa por la mañana y la contraria por la tarde. Y a eso le llaman Trastorno bipolar. Manda güevos. Escribes 1 libro. 2 libros. 3 libros. Da igual, de nada sirven. Todo lo que viene de Ausias March, 28 va directamente, primero a la papelera y después a la basura. Órdenes del excelentísimo Ayuntamiento por Obras y Reformas no contempladas y que molestan a los Sindicatos de las mariscadas, empadronados, como liberados, también en el Consistorio. Mediocres, liberados y políticos, juntos y revueltos, como hermanos en el Camarote, para sobrevivir entre los necios. Y cuando los detienen, los indultan y amnistían.
Dice Mahersaud:
La inteligencia no solo te aísla, te convierte en el enemigo. Porque el que ve más allá es un problema para aquellos que han construido su vida con los ojos cerrados. La gente no quiere la verdad. Quiere confirmación de sus creencias, quiere validación de sus ilusiones, quiere seguridad en su jaula. Tú eres la grieta en sus paredes, el recordatorio de que podrían haber sido algo más.
La réplica de www.luis.org.es:
Mañana seguiré…
Dice Mahersaud:
Platón describió esto hace miles de años en su Mito de la Caverna. Imagina un grupo de personas encadenadas en una cueva, viendo sombras en la pared, creyendo que esa es la única realidad. Un día, uno de ellos se libera y ve el mundo exterior. Descubre la verdad. Y cuando regresa para contárselo a los demás, ¿qué hacen? Lo rechazan, lo atacan, lo quieren matar.
Dice Mahersaud:
Porque el problema no es que la gente no entienda. Es que no quiere entender. Es más fácil vivir en la oscuridad que aceptar que has desperdiciado toda tu vida mirando sombras. El inteligente es un problema porque su existencia pone en evidencia el autoengaño de los demás.
Dice Mahersaud:
Si has tratado de compartir lo que sabes, lo has visto con tus propios ojos. Las personas no quieren profundidad, quieren entretenimiento. No quieren pensamiento crítico, quieren distracción. No les interesa conocer la realidad; quieren que les sigas el juego, que sigas la corriente, que no los obligues a pensar demasiado. Si los enfrentas con la verdad, te crucifican.
Dice Mahersaud:
Por eso, la inteligencia es un exilio. No importa cuánto te esfuerces, siempre serás demasiado para el mundo e insuficiente para cambiarlo. No encajas en la sociedad porque la sociedad no está hecha para aquellos que piensan por sí mismos. Está hecha para la estabilidad, para la conformidad, para el equilibrio de lo mediocre. A los que ven más allá, los ignoran o los destruyen.
Dice Mahersaud:
La mayoría de los genios de la historia terminaron en la ruina, en la locura, en el aislamiento. No porque fueran incapaces, sino porque su mente operaba en un nivel donde el resto no podía seguirlos. Sócrates fue condenado a muerte por hacer preguntas incómodas. Galileo fue perseguido por desafiar lo establecido. Nietzsche murió solo y despreciado. Así que la pregunta no es si la inteligencia es un peso. La pregunta es qué vas a hacer con ella.
Dice Mahersaud:
Porque tienes dos caminos: fingir que no eres más listo que los demás, reducirte, esconder lo que sabes, adormecer tu mente con banalidades para no sentirte solo. O aceptarlo. Pero aceptar la inteligencia no es cómodo. Es entender que estarás aislado, que serás un extraño, que no encajarás nunca.
Dice Mahersaud:
La inteligencia es una condena si la dejas serlo. Pero puede ser una herramienta si aprendes a usarla. No necesitas aprobación. No necesitas validación. No necesitas encajar. Solo necesitas saber que la mayoría nunca te entenderá. Y que no importa. Porque el mundo no está hecho para los lobos. Está hecho para los rebaños.
Dice Mahersaud:
La inteligencia no solo incomoda a los débiles. Incomoda a los que gobiernan. Porque el poder no se mantiene con la fuerza, se mantiene con la ignorancia. El mundo no está hecho para los lobos, pero los lobos gobiernan el rebaño. La diferencia es que el lobo del poder no es un genio solitario; es un depredador que aprendió a jugar con las reglas de la manada. El que es inteligente pero no comprende cómo funciona el poder es solo un sabio sin reino.
Dice Mahersaud:
No puedes dominar a una sociedad despierta. No puedes controlar a un pueblo que piensa. Por eso, desde que nacemos, nos programan para aceptar el equilibrio de lo mediocre. Se glorifica la ignorancia, se castiga la diferencia, se ridiculiza la genialidad. Se nos enseña a reprimir nuestras ideas, a no hacer demasiado ruido, a no destacar demasiado. Es una domesticación sistemática.
Dice Mahersaud:
Foucault lo explicó sin rodeos: el poder no necesita esclavizarte físicamente si logra que tú mismo aceptes tu esclavitud. No se necesita una dictadura si el rebaño cree que las reglas son para su propio bien. No se necesita un castigo explícito si logran que el castigo sea la exclusión social. Si piensas demasiado, serás un paria. Si desafías lo establecido, serás un problema. Si decides no seguir el juego, serás silenciado.
Dice Mahersaud:
La historia lo confirma. Los pensadores más grandes del mundo no fueron recompensados por su genio; fueron perseguidos por él. Los lobos que controlan el rebaño no tienen interés en que haya más lobos que puedan cuestionarlos. Si un lobo no sigue las reglas del poder, lo eliminan o lo ridiculizan hasta convertirlo en un bufón inofensivo.
Dice Mahersaud:
Mira a tu alrededor. Observa lo que se glorifica. Cultura desechable, entretenimiento vacío, pensamientos rápidos y simplificados. No es casualidad. Es intencional. La mediocridad es la mejor arma del poder. Porque una mente dormida no se rebela. Porque alguien distraído es más fácil de controlar. Porque es más fácil entretener que educar.
Dice Mahersaud:
El problema es que la mayoría de los inteligentes no entienden que están en guerra. Siguen creyendo que la verdad, por sí sola, es suficiente. Que si explican con lógica lo que está mal, serán escuchados. No lo serán. No se trata de lógica. Se trata de poder. Camus lo describió con precisión: el hombre que piensa demasiado se enfrenta al absurdo.
Dice Mahersaud:
Pero la sociedad no quiere enfrentarse a la verdad. Prefiere la comodidad de lo conocido. Por eso los inteligentes terminan aislados, agotados, sin fuerza para seguir luchando. La ironía es que muchos de ellos podrían haber dominado si hubieran entendido una cosa: no se gana con la razón, se gana con estrategia. No es suficiente ver la verdad. Hay que saber cuándo decirla, cómo decirla y a quién decirla.
Dice Mahersaud:
Por eso los verdaderos lobos, los que controlan el mundo, no son los genios que escriben tratados filosóficos que nadie lee. Son los que aprenden a usar su inteligencia como un arma. No intentan despertar al rebaño, lo manejan. No buscan validación, buscan control. No se obsesionan con cambiar el mundo, aprenden a moldearlo.
Dice Mahersaud:
Aquí está la realidad que pocos aceptan: la inteligencia por sí sola no vale nada. La sociedad no premia a los más listos. Premia a los que entienden cómo se juega. Y los que no entienden las reglas terminan quejándose de que el mundo es injusto, cuando en realidad nunca aprendieron a usar su inteligencia para ganar.
Dice Mahersaud:
El problema no es que los inteligentes no puedan sobrevivir en la sociedad. El problema es que creen que la sociedad debería adaptarse a ellos. No lo hará. Nunca lo ha hecho. Nunca lo hará. Si no quieres ser devorado, solo tienes dos opciones: dominar o desaparecer.
Dice Mahersaud:
Si has llegado hasta aquí, ya lo sabes: la inteligencia no es suficiente. No basta con ver más allá. No basta con entender cómo funciona el mundo. Si no sabes qué hacer con ese conocimiento, solo eres otro peón que cree que no lo es.
Dice Mahersaud:
El error de la mayoría de los inteligentes es creer que el pensamiento, por sí mismo, tiene valor. No lo tiene. La inteligencia sin estrategia es solo un lastre. El conocimiento sin acción es un peso muerto. La razón por la que los mediocres dominan el mundo no es porque sean más listos. Es porque entienden que lo único que importa es lo que haces con lo que sabes.
Dice Mahersaud:
Mira a tu alrededor. ¿Quiénes tienen el poder? No los sabios, no los filósofos, no los intelectuales aislados que se enorgullecen de su capacidad de análisis mientras el mundo sigue su curso sin ellos. Los que mandan no son los más inteligentes. Son los que han aprendido a usar su entorno para su beneficio.
Dice Mahersaud:
La pregunta no es por qué el mundo no reconoce la inteligencia. La pregunta es por qué sigues esperando que lo haga. El poder no se gana por ser brillante. Se gana por saber jugar con las reglas del sistema sin ser devorado por ellas.
Dice Mahersaud:
Schopenhauer creyó que la única salida era apartarse, renunciar al mundo y refugiarse en la contemplación. Pero su error fue creer que la inteligencia es incompatible con la sociedad. No lo es. Es incompatible con la mediocridad, pero no con el poder.
Dice Mahersaud:
Los que dominan el sistema no son los más sabios. Son los que entienden que el conocimiento sin control no sirve de nada. No buscan cambiar a la masa, la dirigen. No intentan despertar a los dormidos, los utilizan. Y la mayoría de los inteligentes que terminan amargados es porque nunca entendieron esto. Creyeron que tener razón era suficiente. No lo es. Nunca lo ha sido.
Dice Mahersaud:
Aquí está la clave que nadie quiere aceptar: la inteligencia solo sirve si sabes cómo convertirla en influencia. Si sabes cuándo hablar y cuándo callar. Cuándo actuar y cuándo esperar. Cuándo empujar y cuándo dejar que los demás se destruyan solos.
Dice Mahersaud:
No se trata de conformarse con la mediocridad. Se trata de aprender a moverte en un mundo que no está hecho para los inteligentes, pero que es gobernado por aquellos que sí saben cómo usar su ventaja. El mundo no es un lugar justo. No lo ha sido nunca. Pero la diferencia entre los que dominan y los que se quejan de que la sociedad es injusta es que los primeros aprendieron a ganar dentro de ella.
Dice Mahersaud:
No te preguntes si la inteligencia es un peso. Pregúntate si vas a dejar que te aplaste o si vas a usarla como una herramienta para moldear tu realidad. Porque la diferencia entre un sabio y un líder es simple: uno entiende el mundo, el otro lo controla.
Dice Mahersaud:
¿Eres un líder o eres un sabio? Próximamente y dependiendo cómo evoluciona el canal, daré estrategias concretas para moverse por este mundo como un zorro astuto. Saludos.
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