**Torrente Presidente**

**Capítulo 1: El escándalo que sacudió la Gran Vía**

Madrid, 2027. La Gran Vía era un hervidero de luces, ruido y rumores. La ciudad, atrapada entre el neón y la decadencia, vibraba con un escándalo que había estallado como una granada en el corazón de la política española. La PSOE, el partido que había dominado el panorama progresista durante décadas, se tambaleaba. Un informe filtrado por un hacker anónimo había destapado una red de financiación ilegal basada en prostíbulos de lujo, donde los puteros de “la PSOE” —como los bautizó la prensa sensacionalista— habían tejido una telaraña de sobornos, favores y dinero sucio.

El Presidente, un hombre de rostro curtido y sonrisa ensayada, intentó apagar el incendio con una jugada maestra: ilegalizó la prostitución. “Es una lacra moral”, proclamó en un discurso televisado, con la bandera de España ondeando tras él. “No permitiremos que estas prácticas manchen nuestra nación”. Pero el tiro le salió por la culata. Las “mujeres del amor”, como se autodenominaban las trabajadoras sexuales, no se quedaron calladas. Hartas de ser utilizadas como chivo expiatorio, decidieron hablar. Y cuando hablaron, el país entero escuchó.

Victoria, una joven de 18 años con el fuego de la rebeldía en los ojos, era la líder de facto de las “CHARO”, un colectivo de trabajadoras sexuales que operaban en los márgenes de la sociedad, pero con una red de contactos que llegaba hasta las más altas esferas. Junto a las “CHONIS”, un grupo de escorts de lujo que frecuentaban la sauna “ADÁN”, y las “mujeres del amor”, un sindicato informal de trabajadoras de barrios populares, Victoria organizó una resistencia. No estaban dispuestas a permitir que el Presidente y su camarilla de hipócritas las convirtieran en las villanas de la historia.

—Esto no va de nosotras —dijo Victoria en una reunión clandestina en un piso de Lavapiés—. Va de ellos. De los puteros de “la PSOE”, los mamporreros de “lo PAIS” que les hacen la pelota en los titulares, los comegambas de las “COCO” que se llenan la boca con discursos ecologistas mientras vuelan en jets privados, y los planchabragas de “JODEMOS” que predican igualdad mientras miran por encima del hombro a todo el mundo. ¡Vamos a contar la verdad!

La idea era simple pero explosiva: grabar testimonios con youtubers populares, exponiendo las intimidades que los políticos habían compartido en la penumbra de las sábanas. Cada confesión sería una bomba. Cada relato, un misil contra la hipocresía de la élite progresista woke caviar.

**Capítulo 2: Los youtubers entran en escena**

En un sótano reconvertido en estudio de grabación, Victoria se reunió con dos youtubers que se hacían llamar los “2 JB”: Javi y Borja, dos veinteañeros que habían ganado fama destripando conspiraciones políticas en su canal “Sin Filtros”. Javi, con su coleta desaliñada y su camiseta de “Bitcoin es una estafa”, era el cerebro estratégico. Borja, con su acento de barrio y su humor afilado, era el alma del espectáculo.

—Chicas, esto es oro puro —dijo Borja, ajustando la cámara mientras una de las “CHONIS”, una mujer llamada Marta con un vestido rojo que parecía desafiar la gravedad, se sentaba frente al micrófono—. Pero cuidado, que los sorosianos os van a venir a por todas. Esa gente no juega limpio.

Los sorosianos, las sorosianas y les sorosianos eran la pesadilla de cualquiera que se atreviera a desafiar el statu quo. Se rumoreaba que eran una red de activistas financiados por oscuros magnates globalistas, dedicados a sembrar desinformación y silenciar a quienes se salían del guion woke. Pero Victoria no tenía miedo.

—Que vengan —respondió, cruzando los brazos—. Vamos a enseñar al mundo lo que estos hipócritas dicen cuando creen que nadie les escucha.

La primera en hablar fue Marta. Con una voz calmada pero cargada de rabia, relató cómo un alto cargo de “la PSOE” le había confesado, entre risas y copas de champán, que el partido manipulaba las encuestas para mantenerse en el poder. “El pueblo es idiota”, le había dicho el político, mientras le pagaba con un fajo de billetes que olía a perfume caro. “Nos votan porque les damos discursos bonitos, pero en realidad nos reímos de ellos”.

El vídeo se subió esa misma noche. En menos de 24 horas, tenía diez millones de visualizaciones.

**Capítulo 3: Las confesiones que encendieron la mecha**

A medida que más trabajadoras sexuales se unían al movimiento, los testimonios se multiplicaban. Las “mujeres del amor” contaron cómo los comegambas de las “COCO” se jactaban de sus negocios turbios con empresas energéticas mientras predicaban sostenibilidad. Las “CHARO” revelaron que los planchabragas de “JODEMOS” despreciaban a sus propios votantes, llamándolos “ignorantes” en privado mientras les prometían un paraíso igualitario en público. Y las “CHONIS” dejaron caer la bomba final: un ministro de “la PSOE” había confesado que la ilegalización de la prostitución era solo una cortina de humo para desviar la atención del escándalo de financiación.

—Estos tíos piensan que somos tontas —dijo Lucía, una de las “mujeres del amor”, frente a la cámara de los “2 JB”—. Nos cuentan todo porque creen que no importamos, que somos invisibles. Pero ahora van a ver que sabemos hablar.

El país estaba en llamas. Las redes sociales ardían con hashtags como #TorrentePresidente y #LaVerdadDeLasCharo. Los sorosianos intentaron contraatacar, inundando X con bots que acusaban a las trabajadoras de mentir, pero la estrategia les salió mal. La gente estaba harta de la élite, de sus discursos vacíos y su doble moral. Los vídeos de los “2 JB” se compartían como pólvora, y hasta los medios tradicionales, como “lo PAIS”, tuvieron que cubrir el escándalo, aunque fuera de mala gana.

**Capítulo 4: Luis y la ILP**

Mientras Victoria y las trabajadoras sexuales lideraban la revolución mediática, Luis, un estudiante de derecho de 19 años con una pasión por las ideas libertarias, trabajaba en un plan más estructural. Luis era un idealista, pero no un soñador ingenuo. Había crecido en un barrio obrero de Vallecas, donde había visto de primera mano cómo el Estado aplastaba a los más vulnerables con impuestos y regulaciones absurdas. Para él, la ilegalización de la prostitución no era solo un ataque a las trabajadoras sexuales, sino un símbolo de la intromisión del gobierno en la libertad individual.

—Esto no es solo sobre ellas —le explicó a Victoria en un bar de Malasaña, mientras garabateaba ideas en una servilleta—. Es sobre todos nosotros. Si el Estado puede decidir qué acuerdos privados son válidos y cuáles no, entonces no somos libres. La prostitución es un contrato entre dos adultos que deciden libremente. ¿Por qué tiene que meterse el gobierno? ¿Para sacarnos más impuestos?

Victoria asintió, impresionada por la claridad de Luis. Juntos, idearon una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para legalizar la prostitución y protegerla como un derecho fundamental. La propuesta era sencilla: cualquier acuerdo entre dos personas mayores de edad, libremente consentido y sin coacción, debía ser considerado privado y exento de intervención estatal. Además, Luis argumentaba que, en un mundo donde la inteligencia artificial estaba eliminando trabajos a un ritmo vertiginoso, la prostitución podría convertirse en una de las pocas profesiones inmunes a la automatización.

—Es el oficio más antiguo del mundo —dijo Luis, con una sonrisa irónica—. Ni los robots pueden reemplazar el deseo humano.

La ILP comenzó a circular por las redes, y miles de personas se unieron a la causa. Los “2 JB” la promocionaron en su canal, y hasta algunos influencers que antes se habían mantenido al margen empezaron a apoyar la iniciativa. Pero los sorosianos no se quedaron de brazos cruzados. Una campaña de desinformación comenzó a circular, acusando a Luis de ser un “proxeneta encubierto” y a Victoria de ser una “agitadora financiada por la ultraderecha”. Las “CHARO” y las “CHONIS” fueron blanco de insultos y amenazas, pero ninguna se echó atrás.

**Capítulo 5: La sauna “ADÁN” y el contraataque**

La sauna “ADÁN” era el epicentro de los secretos políticos de Madrid. Un lugar discreto en el corazón de Chueca, frecuentado por políticos, empresarios y hasta algún que otro periodista de “lo PAIS”. Allí, las “CHONIS” habían recopilado durante años un archivo de grabaciones y notas que ahora se convirtieron en su arma más poderosa. Una noche, Victoria y Marta se colaron en la sauna con la ayuda de un guardia de seguridad sobornado y recuperaron un disco duro con grabaciones comprometedoras.

Lo que encontraron era dinamita pura: conversaciones de los puteros de “la PSOE” planeando cómo manipular las elecciones, risas de los comegambas de las “COCO” mientras admitían que sus políticas verdes eran una farsa, y hasta un audio de un líder de “JODEMOS” confesando que su partido estaba financiado por los mismos sorosianos que ahora atacaban a las trabajadoras sexuales.

Los “2 JB” trabajaron toda la noche para editar las grabaciones y subirlas a su canal. El vídeo, titulado “Torrente Presidente: La verdad al desnudo”, se convirtió en el más visto de la historia de España en menos de 48 horas. La gente salió a las calles, no solo en Madrid, sino en Barcelona, Valencia, Sevilla. Las pancartas decían “No más hipocresía” y “Legalicen la libertad”. El hashtag #TorrentePresidente se convirtió en un símbolo de resistencia contra la élite.

**Capítulo 6: El desenlace**

El Presidente intentó un último movimiento desesperado: convocó elecciones anticipadas y prometió una “limpieza moral” en el país. Pero era demasiado tarde. La ILP de Luis había reunido las firmas necesarias para ser presentada en el Congreso, y el escándalo había destruido la credibilidad de “la PSOE”, “lo PAIS”, las “COCO” y “JODEMOS”. Los sorosianos, desbordados por la magnitud del movimiento popular, desaparecieron de las redes, incapaces de contrarrestar la avalancha de pruebas.

Victoria, Luis y las trabajadoras sexuales se convirtieron en héroes improbables. La prostitución fue legalizada en 2029, tras un debate histórico en el Congreso. La ley, bautizada como “Ley de la Libertad Privada”, reconocía el derecho de los adultos a celebrar acuerdos privados sin intervención estatal. Las “CHARO”, las “CHONIS” y las “mujeres del amor” fundaron una cooperativa que ofrecía formación y protección a las trabajadoras sexuales, demostrando que podían organizarse sin necesidad de un gobierno que las controlara.

El país cambió. No porque los problemas desaparecieran, sino porque la gente dejó de creer ciegamente en los discursos bonitos. Los “2 JB” siguieron haciendo vídeos, pero ahora desde un estudio más grande, financiado por donaciones de sus seguidores. Y en los cines, una película titulada *Torrente Presidente* arrasó en taquilla, contando la historia de una revolución improbable liderada por los marginados de una sociedad harta de mentiras.

Victoria, sentada en un banco de la Gran Vía, miraba las luces de la ciudad. A su lado, Luis leía un libro sobre economía libertaria.

—¿Crees que hemos cambiado algo de verdad? —preguntó ella.

Luis sonrió.

—Hemos enseñado al mundo que no somos tontos. Eso ya es mucho.

Y mientras las luces de Madrid brillaban, una nueva generación comenzaba a soñar con un futuro donde la libertad no fuera solo una palabra.

**FIN**

(Nota: La novela completa tiene aproximadamente 6000 palabras, pero este es un resumen adaptado para cumplir con los límites de la respuesta. Si deseas una versión completa, puedo generar los capítulos detallados en múltiples partes.)